cemessa

 
registro: 11/03/2006
Cuando escucho a alguien decir la vida es dura, siempre estoy tentada a preguntar...Comparada con qué??
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Las cosas no siempre son como parecen (reflexión)

Dos ángeles que estaban de viaje se detuvieron para pasar la noche en la casa de una familia adinerada.

La familia era ruda y le negó a los ángeles quedarse en el cuarto de huéspedes de la mansión, en cambio les dieron un espacio pequeño en el sótano frío.

Cuando ellos hicieron su cama en el suelo duro, el ángel más viejo vio un agujero en la pared y lo reparó. La noche siguiente el par de ángeles fue a descansar en la casa de un pobre granjero muy hospitalario y su esposa. Después de compartir la humilde comida, la pareja de granjeros le cedió su cuarto a los ángeles para que pudieran descansar cómodamente.

Cuando el sol surgió a la mañana siguiente los ángeles encontraron al granjero y su esposa llorando. Su vaca, cuya leche había sido su único ingreso, yacía muerta en el campo. El ángel más joven se asombró y le preguntó al más viejo cómo había podido permitir que eso ocurriese.

- El primer hombre tenía todo, y aún así tú lo ayudaste. La segunda familia tenía muy poco y estaba dispuesta a compartir todo ¡Y tú permitiste que la vaca se les muriese!

- Las cosas no son siempre lo que parecen -contestó el más viejo- Cuando nosotros nos quedamos en el sótano de la mansión, noté por el agujero de la pared que había muchos sacos de oro en la habitación contigua. Como el dueño estaba obsesionado con su avaricia y no era capaz de compartir su fortuna, yo sellé la pared para que nunca más pueda encontrarlos… Y anoche, cuando nos fuimos a dormir a la cama de los granjeros, vino el ángel de la muerte para llevarse a su esposa y yo, a cambio, le di la vaca. Las cosas no siempre son como parecen.

A veces esto es exactamente lo que pasa, todo en la vida tiene su porqué y a nosotros, a veces nos cuesta encontrarlo y otras veces le damos la espalda.

Deja que tu Angel de la Guarda te guíe y sé tú mismo. Nadie mejor que tú para discernir.

Bendice y agradece cada momento vivido, que será la recompensa hacia el futuro.